Omarosa Manigault Newman se hizo famosa como concursante en la primera temporada de la serie de televisión de NBC “The Apprentice”. Luego se convirtió en una asistente especial del presidente Donald Trump cuando fue elegido. Pero poco después, se involucró en varios conflictos en la Casa Blanca, lo que causó que el presidente Trump la despidiera. El despido de Omarosa hizo que la relación entre ella y el presidente se agrietara. Más tarde reveló que tenía grabaciones secretas del presidente diciendo algunas controversias. Ella amenazó con filtrar las cintas a los medios y el presidente amenazó con demandarla. Más tarde publicó las grabaciones en su libro titulado “Desquiciado: un relato interno de la Casa Blanca de Trump”.
La ley dice que la persona debe dar su consentimiento para que la grabación sea reconocida como legal en los procedimientos judiciales. Aunque el presidente Trump pudo haber provocado la demanda de Omarosa, ganar un caso contra ella no hubiera sido tan fácil como parece. El uso de Internet y la popularidad de YouTube, Facebook y otras plataformas de redes sociales han hecho posible que todo se grabe en cada momento de nuestras vidas. Debido a esto, los tribunales revisan constantemente los límites entre las conversaciones públicas y privadas.
El gobierno federal y estatal tienen reglas diferentes cuando se trata de grabar una conversación, pero a continuación se encuentran las pautas generales que acuerdan tanto el gobierno federal como el estatal. Tenga en cuenta que cualquier abogado desafiará cada grabación cuando se trata de defender a su cliente y un fiscal ciertamente hará lo mismo en apoyo del estado.
Para ser considerado legal a los ojos de cualquier tribunal, una conversación grabada debe de:
La voz en las cintas debe estar autenticada, lo que significa que debe poder demostrar que la voz en la grabación pertenece a la persona que dice ser y no a alguien que se hace pasar por esa persona.
Demostrar que el dispositivo de grabación utilizado es capaz de realizar una grabación precisa y no puede ser manipulado. Lo que significa que debe verificar que la grabación no haya sido alterada o manipulada de ninguna forma.
Probar que la grabación es una representación verdadera y precisa de la conversación.
Demuestre que su intención de la grabación no fue causar malicia.
La grabación debe ser de calidad, lo que significa que la conversación no debe interrumpirse. El sonido del viento, el ruido del tráfico o las múltiples conversaciones que ocurren al mismo tiempo hacen que la grabación no sea confiable.
Cada caso que se presenta en una sala de la corte es diferente. Cuando se trata de la legalidad de grabar conversaciones y usarlas como evidencia, siempre es mejor buscar el consejo de un abogado. Comuníquese con nosotros en Carlos Gonzalez Law para ver qué puede y qué no puede usar como evidencia en la corte. (786) 358-6888