Es Octubre del 2020, y las personas están sufriendo. Financiera, mental y emocionalmente. Éste ha sido un año de pruebas que ahora se está terminando; y Marzo, el mes en el que comenzó toda esta locura, parece que fue hace mucho tiempo atrás.
El Estado ha dado una considerable ayuda financiera. Hipotecas, préstamos, etc. Sin embargo, se acerca el tiempo en donde esta asistencia respaldada por el gobierno llegará a su fin. Estos métodos de ayuda comenzarán a expirar y las personas comenzarán a sentir la presión económica… incluso más que en la actualidad. Éste es un pronóstico para toda la Nación para el que la mayoría de los estados y localidades se están preparando.
Es el punto en donde mucha, mucha gente recurrirá a las leyes de quiebra. Ahora mismo estamos siendo testigos de un repunte en las situaciones de quiebra: muchas actividades que no están respaldadas por los sistemas de apoyo que el gobierno ha erigido durante la crisis del COVID-19, han caído en el abismo. Moratorias de desalojo y alquileres sólo han estado disponibles para propiedades residenciales, no para oficinas, locales o cualquier tipo de arrendamiento de propiedades no residenciales. Restaurantes, barberías, kioscos, inmobiliarias, y tantos comercios más han tenido que lidiar financieramente con los desafíos de este año.
Este sentimiento de estar sobrepasado, no se desvanecerá en el futuro próximo, sino todo lo contrario -como la mayoría de la asistencia está finalizando- se potenciará.
Los números del 2020
Según expertos empresariales de S&P Global (una de las firmas consultoras líderes que se especializa en información financiera y análisis), las quiebras en EE. UU. están en camino de alcanzar un máximo de 10 años debido a la recesión por la pandemia del Coronavirus. Más de 424 empresas se declararon en quiebra hasta el 9 de agosto; superando el número de solicitudes durante cualquier período desde el año 2010.
Desde las pequeñas empresas hasta las gigantes multinacionales billonarias, el COVID ha traido consigo una ola de bancarrotas en toda la nación.
Preparación
La clave para salir, si no ileso, pero al menos airoso de una situación como la Bancarrota es la preparación. En general, la quiebra es un proceso legal muy complejo y de múltiples capas que varía enormemente de caso a caso. Es una práctica y serie de acciones de las que todo el mundo ha oído hablar pero pocos, afortunadamente, han experimentado su peor parte.
Unos meses atrás, escribí un artículo/blog con la temática de la Bancarrota, en donde detallaba la complejidad del proceso. La diferencia entre ser insolvente, y entrar en quiebra. Los
medios para obtener liquidez. La historia de la quiebra y lo que significa desde un punto de vista judicial. Las consideraciones a tener en cuenta. El Código de Quiebras de los Estados Unidos y sus seis tipos de capítulos; cada uno único y específico para un conjunto particular de circunstancias e individuos.
La quiebra es un proceso arduo, que lleva tiempo, que te consume emocionalmente y que tiene trucos y trampas. Un proceso inundado por fideicomisarios, acciones adversas, alegaciones de fraudes, mociones y tantos otros imprevistos. Ciertos inconvenientes que de no ser tenidos en cuenta con anticipación, pueden deteriorar la situación del deudor.
Es por eso que a medida que este año se va cerrando, nos tendremos que enfrentar cara a cara con la dura realidad que atrás en Marzo parecía inverosímil (después de todo, teníamos un negocio floreciente y en auge, sin mencionar una economía estelar), con lo cual se hace imperativo planificar el futuro. La quiebra no viene de la nada, no aparece sola. Si estás leyendo esto, probablemente estás investigando el proceso porque “algo” no está del todo bien en las perspectivas de tu futuro financiero.
Como ya he mencionado, la mejor manera de llevar a cabo la bancarrota, es con un plan de acción; buscando consejo y ayuda de profesionales en el tema, lo antes posible. Cuanto antes, mejor. No estás solo. El 2020 ha visto un enorme salto en declaraciones de quiebra en los Estados. Lord & Taylor, Century 21, Hertz, LATAM Airlines, Frontier Communications, Ann Taylor, J.C. Penney, Chesapeake Energy Corp., y docenas más han tenido que declararse en quiebra. Miles de multinacionales están a punto de cerrar. Y estos son sólo los nombres de interés periodístico, las marcas multimillonarias. Una vez más, no estás solo. 2020 ha sido un año cruel. No hay nada de qué avergonzarse. Te adelantarás. Sobrevivirás. ¡La clave es estar preparado!
Un buen abogado está consciente de todos los imprevistos judiciales que pueden aparecer de la nada en cualquier momento del proceso; con lo cual no es aconsejable declararse en quiebra sin ayuda legal. Encontrar un abogado digno de confianza no sólo te proveerá de consejo profesional sino también de representación y acompañamiento durante esta crisis económica.